¿Y AHORA QUÉ?

Dentro del estado convulso en el que se encuentra el baloncesto de Tenerife a cuenta de un preacuerdo hecho a prisas y corriendo, me gustaría aprovechar el momento y hacer una reflexión en la vale utilizar aquello de 'el tiempo pone a cada uno en su sitio'.
Hoy acudí a la Junta General de Accionistas del Tenerife Baloncesto SAD y asistí perplejo a que haya accionistas que hayan respaldado la gestión de la temporada 2008-2009 del consejo presidido por José Miguel Martín-Fernández. Esa nefasta gestión es la que ha llevado a que los actuales dirigentes del club se planteen la fusión o unión con el Socas Canarias.
La situación económica del Tenerife Baloncesto SAD es tan delicada que sus actuales dirigentes ven muy complicado, aunque no imposible, solventarla. Pese a ser presentadas ayer las cuentas de la 08-09, con un déficit de 900.000, en una junta en la que la mayoría de los que formaron ese Consejo no dieron la cara.
Y ahora digo yo, ¿qué harán todos aquellos que me calificaron de mentiroso, y de no sé cuántas cosas más, cuando no paré de repetir durante los años de gestión de Martín-Fernández que iba a llevar al club a la auténtica ruina?
Pocos, muy pocos o por no decir casi ninguno, lo decían o querían decirlo o lo desconocían. Pero tuve que aguantar un sinfín de presiones en los medios de comunicación que trabajé en esos momentos, porque lo único que pretendían eran callarme. No lo consiguieron, por mucho que lo intentaron. Lograron que la Peña La 6 se creyera que uno era enemigo del Tenerife Baloncesto, pero el tiempo me ha dado la razón.
Dije más de una vez que le habían dejado todo el poder a Rafa Sanz, que no se movían para generar recursos, que todo era un bluff, que había más de uno que estaba sólo por figurar, que sólo esperaban que el Cabildo pusiera el dinero, y, eso sí, todo el día pendiente de lo que salía en los medios de comunicación.
La única respuesta que ellos se atrevían a dar, era la de la tiene cogida con nosotros porque ya no le filtramos las noticias como en la etapa de José Manuel González y por una cuestión personal. Ni una cosa ni la otra. El tiempo me ha dado la razón, y no ha tenido que pasar mucho. Gracias a Dios.