Respeto
Los dos últimos partidos del Tenerife Baloncesto, ante Gran Canaria y La Palma, invitan a ser más optimistas de lo que éramos tras lo acontecido en la mini gira catalana. Sea como fuere, el apartado deportivo del club tiene al frente un profesional como Alfredo García que lo hará mejor o lo hará peor, pero que le está echando muchas horas y es un tío cabal –los resultados, como a todos los directores deportivos, le dejarán su lugar–. También me lo parece Angel Jareño, así como el resto del cuerpo técnico.
Lo que sí me tiene preocupado es la gerencia del club. Espero que todos las negociaciones que lleve a cabo Federico García Soto no dejen los mismos resultados que la revista, que va a pasar a editar el club. O que todos los fichajes que haga sean como el de Amparo Ramos, una profesional que desmostró su valía en la Federación Canaria y en la Tinerfeña, pero que en el Tenerife Baloncesto no duró ni un mes, porque entre lo que le prometió y lo que fue va un trecho.
Para colmo de males, Federico, que hace oposiciones para volver a ser García Lorca, no va dejando nada bien por ahí a los trabajadores del club. Sí, lo que leen, aunque les cueste creérselo. Y como se entretiene tanto largando, García Soto también pone a parir al anterior gerente, Alberto Santana, al cual con el paso del tiempo se le está reconociendo su valía y la estructura que dejó en el club. Cuando pides que te respeten, lo mínimo que tienes que hacer es respetar.
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